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Causas de un cabello seco
Conocer las causas que provocan un cabello seco es tan importante como saber detectarlo, así podremos solucionarlo con el uso de productos o tratamientos adecuados y adoptar cuidados diarios. Las causas más habituales de la deshidratación del cabello son:
- Problemas causados por el calor: ya sea por el efecto del sol en verano o por el uso de aparatos como secadores, planchas o rizadores.
- Factores genéticos: otra de las causas más frecuentes tiene que ver con las características de nuestro cabello, que pueden hacer que sea más débil y frágil y, por lo tanto, más propenso a la deshidratación.
- Uso de productos no adecuados: elegir productos que no se ajusten a nuestro tipo de cabello o lavarlo demasiado son otros de los motivos que pueden hacer que nuestro cabello se seque y pierda brillo.
Otros factores como el estrés, los tintes, el exceso de cansancio, el lavado excesivo del cabello o una alimentación desequilibrada provocan sequedad y daños en el cabello.
¿Cómo saber si tienes el cabello seco?
Para saber si tienes el cabello seco o deshidratado, comprueba si se ve opaco, quebradizo, con frizz o cualquier otro elemento sin humectación. El cabello seco también tiene un cuero cabelludo con picor y descamación que impide la producción de agua natural en el cabello. Otros síntomas evidentes del cabello seco son las puntas abiertas y los cabellos difíciles de peinar o quebradizos.
¿Cómo hidratar el pelo seco y dañado?
Para hidratar el pelo seco y dañado, lo mejor es usar productos para cabello seco. Utiliza un champú cabello seco para nutrirlo desde el interior, mascarillas para el cabello seco o tratamientos con aceites ricos en nutrientes, ¡siempre naturales!. Si buscas lucir un cabello sano, fuerte y brillante, asegúrate de elegir productos respetuosos con tu piel y sin activos controvertidos.
¿Qué cuidados para cabello seco debes seguir?
Si tienes el cabello encrespado y seco y quieres presumir de melena, es importante que le des los cuidados necesarios cada día. Pequeños hábitos en tu rutina pueden marcar una gran diferencia.
- No laves tu cabello todos los días: al contrario de lo que mucha gente piensa, lavarse el cabello a diario no es bueno, ya que esto puede eliminar la capa protectora que lo cubre. Es mejor lavarlo cada dos o tres días y usar productos naturales que respeten su pH.
- Usa una mascarilla orgánica al menos una vez a la semana, enfocándote en las puntas, y déjala actuar al menos 15 minutos.
- Evita o reduce el uso de la plancha y los tintes o decoloraciones.
- A la hora de enjuagarlo, evita el agua muy caliente y usa agua fría, que te ayudará a recuperar el brillo. Si además optas por el secado al natural y dejas de lado el secador, el resultado será mucho mejor.
- Pequeños gestos como un masaje regular en el cuero cabelludo ayudan a estimular la circulación sanguínea y a producir más grasa capilar, algo muy importante para los cabellos deshidratados, secos y apagados.
- Trata tu cabello con suavidad. Después de lavar tu cabello, sécalo con toques suaves en lugar de frotarlo.